Desde que han cerrado los repetidores la oferta de señales es aún más deficitaria. Este es el discurso que la televisión digital nos ofrece, una noche de invierno a los que vivimos en VLC. Postublime, digimodeno, transestético, poliesquizofrénico: del rosario al tarot sin mediar un paso, del pseudoeros al requiem político, publis, ronquidos y opiniones, grandes primos, hermanos menores, series de baratija y autopromos institucionales. Estas son las licencias digitales concedidas, y esta una muestra aleatoria de la programación que nos ofrecen. Adios a las utopías que preconizaron la libertad y la capacidad educativa del medio, hipermedio, megamedio, pornomedio, televisivo en la era del ciberhumanismo hacktivista. Disculpadme hoy he estado en un seminario de estética y aún no he incardinado, masticado, deglutido, asimilado los términos a esta práctica egotextual…
Leedlo icónicamente,excluyendo por un momento toda atribución simbólica, a ver qué pasa.
TREMENTINA LUX
Recomendando: apagad la tele, id al teatro «El alma se serena» en el Cabanyal, o «Persona-l» en el Inestable, de Maribel Bayona, si la reponen.
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