DÍA 25. EL TRATAMIENTO DEL SOPORTE. TE IMPRIMO CON EL SUDOR DE MI CUERPO.
Imprimar es dar una capa al soporte, generalmente para tapar el poro. Yo lo hice para abrirlo. Compro una camiseta, de la talla S, blanca, de algodón, de tirantes, de caballero. Me cuesta 2,80. Es de la marca «Marcha». La llevo limpia en el bolso. Pienso en pintarla. Pero ese día, el 25, de imprevisto tengo que hacer seis camas y limpiar el parqué para alojar en mi casa a seis amigos que vienen de París en bici. No preguntes.
Me desnudo, totalmente. Me pongo la camiseta blanca y la imprimo con el sudor de mi cuerpo. Sábana tras sábana, bajeras y almohadas, mopas y polvos y mamparas y cristales de baño donde me reflejo, durante horas. Una vez limpio todo, me ducho. No utilizo una toalla. La utilizo a ella, la camiseta. Me seco. La nuca, el pecho, los hombros, las nalgas, la espalda, el pubis, los gemelos. Todo. Y por último, la cara. La extiendo a secar y luego la arrugo y la llevo conmigo en el bolso. Semi-húmeda aún. Con olor a gel y a mí. Por este orden o no. No importa, ya no hueles a nueva.
-Te compro para pintarte. Pienso hablándole a la camiseta. Pero me acuesto sin hacerlo. Tendida tú en una percha azul infinito, fuera del armario. Pienso en aceptar esto. Hoy no he pintado.
Día 26. PINTO. EL DÍA ES AÚN SIEMPRE INFINITO.
Me levanto. Esto significa que todo esta abierto. El infinito. Es sin pensar que aparto las cosas viejas, todas, de mi mesa de dibujo. Te tenso con pinzas de madera, también rojas, sobre un cartón. De entre las tres recortadas que llevo conmigo me eliges. Eras la descartada y sin saber como, me eliges, estás, eres, pinto. Sales. Con pinturas de tela que tenía guardadas desde la última vez que mal pinté a Nick cave. Queda poco blanco.
Vas saliendo. La aguada es suelta, fluida, eres tú, la infantil, la niña. No lo serás después. Después mutas, te mezclas. Me pregunto con quien. Acabo, te saco a secar al balcón, en esa misma percha azul, metálica. He decidido que iremos juntas, por eso te llamas «Mary Low». Queda poco tiempo. Tienes que secar deprisa.
En apenas una hora te plancho. Asomas tu cara transluciendo debajo de la sábana de algodón. Sonríes, creo, te va a gustar. Pienso en el Traslado de la Pussy. Pienso en la energía que se desata cuando salimos a bailar.
Viajas colgada en el asiento de atrás del coche. Como una hija más. Tienes una belleza contagiosa. Aguerrida, vencedora. Llegamos al Low Festival, es sábado, Benidorm. Yo soy un poco iconoclasta así que no sé nada de quien canta en Massive Attack, también porque es una banda bastante acusmática.
Cuando veo a Martina, allí, frente a tí, envuelta en un viento místico, vestida de púrpura y amarillo, con la máscara azul infinito circundando sus ojos, tan negra y tan inmensa como tú, con un aura esencial y el pelo descubierto, me alegro mucho, mucho y no salgo de mi asombro. Porque Martina Topley-Bird es la mujer con la que te has mezclado. Esa que tienes enfrente, llenando estadios es ya parte de tí. Y eso, Mary Low, siento que eso le da nombre a la acción, lo nuestro se llama ahora: «Mary Low Free».
Después del concierto alguien dice en susurros: -mira que camiseta más guay lleva, con el retrato de chica de Massive Attack…
Pasamos la noche frenéticamente, pegadas cuerpo con cuerpo. Celebrando la libertad y bailando extasiadas fantasías hermafroditas con el Columpio Asesino. Regresamos al hotel de madrugada. Dormimos algo. Al abrir los ojos tu belleza contagiosa se ha instalado durante la noche en la habitación, inundándolo todo. Has pasado la noche junto al jardín de los lirios en flor, de Van Gogh. Y sonríes. Sé bien porqué. Te deseo el Amor.
TREMENTINA LUX © 2014
#bringbackourgirls
#MaryLowFree
#LasecuenciadelAmorUniversal
Por Dios!!.. Se puede ser más pintora, más poeta y encima escribirlo???… Me encantas, Trementina. Haberte descubierto es todo un regalo y una maravillosa aventura.. Gracias por las negris!!!
http://www.elenazarate.com