Quién soy y qué hago

Soy TREMENTINA LUX, soy artista plástica, teórica y práctica de la comunicación audiovisual y los estudios de género. Pinto, escribo, leo, locuto, diseño, fotografio, reflexiono y analizo. Todo esto, sobre todo, me hace evolucionar como profesional y como persona, me motiva y me divierte. Creo este contenido para ti, que me lees y para mí, que también me leo. Soy del mundo y vivo en Valencia.

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RITA SOBRE COMPRESA DE ALGODÓN

Rita sobre compresa de algodón

Óvulos que van a dar a la mar…

Venía pensando con lo que ha sucedido con el Inside Out Project en el Cabanyal. Que lo han destruido a manguerazos. Setenta magníficos retratos de personas que habitan aún algunas de las 1650 casas que el ayuntamiento se ha empecinado en demoler para hacer una avenida.

Vaya. He recordado a Frida Kahlo. Mientras Diego Rivera pintaba ostentosos murales y era eminentemente reconocido, ella en pequeños formatos hablaba mucho más discretamente y con bastante más autenticidad, de la sangrante realidad de México.

El mural de JR estaba sobre los muros de La Casa dels Bous, que por si no lo sabéis es el lugar donde se guardaban los bueyes que ayudaban a sacar las barcas del mar. Sí, exacto, los bueyes que Sorolla pintaba, porque Sorolla pintaba bueyes y niños como los de Inside Out Project. Menos mal que para esta gente Sorolla está políticamente desactivado porque hoy él y su obra correrían concebidos como escoria, perdiendo el aliento, delante de las mangueras a presión.

Aquí hacemos fallas. El Arte en Valencia si nace, nace para ser destruido.

Cuando pinté a «Yvonne» en un muro y mandé destruirla dos días después me refería a esto. Cuando expuse «Sheroes» a la intemperie y las recogí reventadas por la lluvia, me refería a esto. A cómo en esta ciudad desde hace más de veinte años el Arte nace para ser sistemáticamente destruido. La diferencia entre mis proyectos y este acto vandálico del ayuntamiento es que yo decido cómo, cuándo y dónde destruyo mi obra. Y aunque eso me libere, sé que no me hace mas libre.

Un acto de amor

Pues vale. Me he dicho que esta metáfora destructiva de lo creado o lo por crear, tiene mucho que ver con la generosidad menstrual. Las mujeres vamos dando óvulos al universo, desparramados de nosotras al infinito una vez al mes, mínimo, durante toda nuestra vida, durante toda la historia de la humanidad. Con ira, con armonía, con gratitud, hastío o incluso a veces con dolor. Depende de cada quién.

El siglo de las compresas es un siglo muy perverso. Porque ahí toda nuestra bendita celebración de la luna roja parece estéril y putrefacta. Falso. Cuando la sangre menstrual corre por nuestras piernas y llega al río, al mar, a la tierra, y se mezcla con ella de forma natural, sientes que el ciclo se cierra y la donación se procesa, sustancialmente, transustancializándose en paz. Y si no lo crees prueba a ver la belleza de una copa menstrual a rebosar.

Y ahora sí,»Rita sobre Compresa de Algodón». Proceso de trabajo

La abro, la saco de la funda, con cuidado, le quito la cinta del adhesivo, la pego sobre la mesa. Trabajo con tinta roja. Me divierte pegarla a la mesa. Inmovilizarla donde a mí me venga bien. Aplico tinta y acuarela, solo gasto un pincel, pinto incómoda, todo el rato, porque los operarios están podando los arbustos de abajo y hacen un ruido muy molesto. Pinto. Pinto. Lo primero que pienso es: -cómo chupa la cabrona. Perdonad la bajada de registro pero me sale así, una y otra vez: -cómo chupa la cabrona. La compresa de algodón absorbe sin parar, sin límite, la tinta y la acuarela se entremezclan por los poros abiertos, se desdibuja, y chupa y chupa materiales con una avaricia desmedida. -Me va a costar un dineral, total para nada, pienso.

Al principio digo: -no quiero hacer un allover. Hacer algo sólo con rojo, muy aéreo y algún trazo negro. Es imposible. Ella va pidiendo más. Pide todo el soporte, llenarlo todo con su presencia omnímoda, desafinada, hasta las alas. Cuando le doy la vuelta veo que he cometido el error de pintar una compresa y que no sé pintar compresas, es la primera compresa que pinto, pienso. Y miento. Ella no se parece a ella, no se parece a nada, es amorfa, plana y está acabada, sé que no la resolveré más allá de lo resuelta que está ya. Todo se lo traga.

Al acabar la despego de la mesa, se me pega a los dedos. La voy pegando por las paredes y le hago fotos en su periplo, me parece divertido. La voy sujetando con los dedos, bamboleándola, curvándola, y ella me mira, toda empapada, creada por mi, sin poder evitar mi voluntad. Ahora, mientras escribo esto está pegada a la pared de mi comedor. Creo que la dejaré ahí hasta que caiga por su propio peso.

I llavors, com una deixalla més, com tots els projectes Inside Out creats en aquesta terra erma i fabulosa, «Rita sobre Compresa de Algodón» anirà a parar amb la brossa i el fem.

TREMENTINA LUX © 2015

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