Quién soy y qué hago

Soy TREMENTINA LUX, soy artista plástica, teórica y práctica de la comunicación audiovisual y los estudios de género. Pinto, escribo, leo, locuto, diseño, fotografio, reflexiono y analizo. Todo esto, sobre todo, me hace evolucionar como profesional y como persona, me motiva y me divierte. Creo este contenido para ti, que me lees y para mí, que también me leo. Soy del mundo y vivo en Valencia.

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MARIA

El afecto crionizado

Método casero para crionizar afectos

Primero tratas de identificar el afecto y de aislarlo. Identifica el afecto que te incordia, o el que quieres preservar, porque de eso se trata, de inactivarlo y conservarlo para cuando te sea útil. Existen palabras para identificarlos, aunque en ocasiones el afecto se muestra en plan imago: odio, ira, rabia, amor, espanto, lujuria, vértigo, cólera, insatisfacción.

Una vez localizado lo separas del resto, si se deja. Esta es una maniobra delicada, los afectos suelen estar enmarañados los unos con los otros haciendo nudos como hacen los gatitos con la lana, pero dentro de tí. Por eso localizar su ubicación tampoco es tarea fácil. Pueden constreñirte los testículos o la faringe pero lo más probable es que se encuentren encapsulados entre las arterias, las aurículas o las meninges. Búscalos, allá donde menos te interese hacerlo, en el alma, si sabes en que mesita de noche la dejaste, también.

Localizas el afecto y lo sujetas con las yemas de los dedos. Cuando lo palpes tira de la base con fuerza, hacia fuera, girando en la dirección contraria a las agujas de coser disfraces. Con esta sencilla maniobra el afecto debe salir intacto, con el aspecto de un cáliz repleto de bondad menstrual. Los afectos más carnívoros suelen provocar quemaduras a nivel epitelial y ampollas subcutáneas en la carne honda cuando han estado calientes demasiado tiempo. Bien, protégete. Utiliza pinzas, guantes de algodón blanco y preservativos estériles en los dedos. Si con todo esto el afecto sigue quemando utiliza gafas y protección solar.

Lo tienes. Bien. Mételo en una probeta y añade nitrógeno líquido del que venden para hacer humo con olor a fresa en las ferias y los conciertos de barrio. Si el nitrógeno líquido se funde, entonces lleva el afecto a un laboratorio, necesitas temperaturas inferiores a -196 grados, que es a la temperatura que se congela el semen. No intentes congelarlo en la cubitera de casa, es inútil, te aguará los Martinis y los cócteles de Gin.

El afecto crionizado puede ser utilizado en cualquier momento, preserva todas sus propiedades intactas y ocupa poco lugar. Eso sí, la descongelación debe efectuarse con cariño, mimo, transcendecia y emancipación intelectual. Un amor descongelado repentinamente puede transformarse en bicho y una rabia incipiente, en calentura.

Si tienes dudas, consulta las instrucciones, venían contigo al nacer.

TREMENTINA LUX

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